Muchos profesionales de la domótica son culpables de utilizar los términos margen de beneficio y margen de beneficio de forma intercambiable. Pero, ¿deberían hacerlo?
La respuesta fácil es no. El margen de beneficio en los negocios y el margen de beneficio son valores distintos y afectan a los resultados de manera diferente. Para comprender mejor los costes y beneficios de su negocio, debe mantener las cifras claras y separadas.
La explicación más sencilla de un margen de beneficio en los negocios es que es la diferencia entre el coste de un material o servicio y el precio de venta que un contratista cobra por el material o servicio. La cifra siempre se basa en el coste del trabajo. Por ejemplo, si quieres aumentar el coste del material y la mano de obra en 1,50, entonces multiplicarías los costes por 1,50 para llegar al precio de venta. Por ejemplo: 6500 $ x 1,50 = 9750 $.
Dado que el margen de beneficio que utilices determina tu precio de venta, es una cifra increíblemente importante. Sin una comprensión adecuada del margen de beneficio, los profesionales de la tecnología doméstica inteligente no podrán ofrecer presupuestos bien fundamentados y pueden estar licitando proyectos perdiendo la oportunidad de aumentar sus beneficios.
Un margen, o más exactamente un margen bruto, es el beneficio bruto de un contratista en un trabajo y es un porcentaje del precio de venta. Mientras que un margen de beneficio siempre se basa en los costes del trabajo, un margen siempre se basa en las ventas. Un margen de beneficio del 50 %, como en el ejemplo de cálculo anterior, no equivaldrá a un margen del 50 %. El precio adicional por encima de los costes del trabajo es solo un tercio del precio de venta, por lo tanto, es un margen del 33,3 %. Comprender la definición de margen frente a margen de beneficio es fundamental para garantizar estimaciones precisas y mantener la rentabilidad.
Este malentendido lleva a muchos contratistas a utilizar incorrectamente el margen bruto, lo que les dará cálculos erróneos. Esto puede conducir a estimaciones inexactas y a la pérdida de beneficios. Comprender la diferencia entre margen de beneficio y margen es esencial para evitar tales errores. Sea cual sea el porcentaje de margen bruto que desee, debe restar ese número de uno. Luego, divida los costes estimados del trabajo por esa cifra.
Tanto el margen de beneficio como el margen de beneficio pueden utilizarse para determinar el precio que un contratista cobrará por un trabajo. Si los profesionales de la domótica quieren utilizar un margen para fijar el precio de los trabajos, deben determinar el objetivo que quieren alcanzar.
Arriba, el contratista quería un margen del 35 por ciento, luego utilizó el recíproco de ese margen para determinar el precio de venta. Los contratistas también pueden utilizar un margen de beneficio para obtener ganancias en un trabajo, pero sin los cálculos adecuados, es posible que no alcancen su objetivo de margen.
En conclusión, comprender las diferencias entre el margen de beneficio y el margen de beneficio es crucial para que los profesionales de la construcción de viviendas inteligentes garanticen precios precisos y maximicen la rentabilidad. Al dominar estos conceptos, los contratistas pueden tomar decisiones informadas que conducen a mejores estimaciones y, en última instancia, a un resultado final más saludable.
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