By CEDIA - mar., abr. 15, 2025 - Blog
La casa inteligente moderna ha ido mucho más allá de la novedad del entretenimiento y la relajación. Hoy en día, las tecnologías para el hogar inteligente son sinónimo de salud y bienestar. Las herramientas que funcionan en segundo plano son esenciales para su éxito.
Un sistema de control HVAC BMS es el ejemplo perfecto. El equipo de CEDIA lo analiza más a fondo en su podcast, en el que se describen los fundamentos para una integración exitosa del sistema de control HVAC BMS.
Los controles HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado) de los sistemas de gestión de edificios (BMS) permiten a los usuarios gestionar su entorno de forma remota. El BMS actúa como una interfaz central para controlar todos los dispositivos HVAC.
También supervisa factores ambientales como:
Mientras que los sensores pueden supervisar estos factores, los actuadores activan los sistemas HVAC con intervención humana. Los usuarios ajustan la configuración ambiental con controladores digitales para mayor comodidad.
Con estos datos en tiempo real, el BMS puede optimizar los edificios para mejorar la eficiencia energética. Por ejemplo, si la temperatura exterior aumenta, puede bajar automáticamente la temperatura de las puertas.
Uno de los principales retos de los controles BMS HVAC es la integración. Un sistema central puede controlar varios dispositivos dispares. Si no son compatibles, es posible que no respondan a las solicitudes de los usuarios.
Las herramientas audiovisuales más habituales, como Crestron o Lutron, ofrecen a los usuarios una interfaz sencilla para controlar su entorno. Pero si no se configuran correctamente, pueden no realizar tareas básicas como ajustar la temperatura adecuada. Por lo tanto, debemos tener en cuenta que estas interfaces pueden integrarse realmente, incluyendo el intercambio de datos en tiempo real.
Esto requiere colaboración en la fase de diseño, no en la fase de instalación. Tanto los proveedores de BMS como los ingenieros audiovisuales deben asegurarse de que el sistema esté configurado para funcionar conjuntamente.
Los integradores deben ser conscientes de las complejidades técnicas que conlleva el BMS para evitar problemas futuros:
Los sistemas propietarios pueden beneficiarse de un técnico consistente, pero limitan a los usuarios. Esto conduce a la incompatibilidad entre el HVAC y el BMS, causando problemas como temperaturas incompatibles.
Tanto los sistemas como los profesionales deben colaborar. Los ingenieros que gestionan el sistema eléctrico de un edificio deben colaborar con los integradores audiovisuales en la fase de diseño.
También es responsabilidad del instalador gestionar las expectativas de los clientes. Por ejemplo, pueden solicitar un teclado que se adapte a su estética, pero esto no debe ir en detrimento de la funcionalidad. Un BMS bien integrado puede mejorar el bienestar del cliente y ahorrarle en sus facturas de energía. Es nuestro trabajo comunicar esto.
Si un usuario no sabe si un comando de climatización se ha ejecutado correctamente, no hay forma de saber si los sistemas son realmente compatibles.
Factores como la mala ubicación de los sensores pueden influir en las lecturas de datos. Si un termostato no puede registrar la temperatura correcta, esto podría afectar a la toma de decisiones del BMS.
Al conectar varios sistemas, pueden surgir problemas de interoperabilidad o incluso de seguridad.
Es posible que los sistemas heredados no se integren con las últimas versiones o actualizaciones, lo que plantea más problemas de compatibilidad y seguridad.
Tanto las regiones como los proveedores pueden influir en el comportamiento de un sistema HVAC. Por ejemplo, es posible que trabajemos con climas o normas diferentes en materia de seguridad eléctrica y de edificios.
Para ofrecer el mejor servicio al cliente y controles BMS HVAC compatibles y exitosos, los integradores deben:
Un control HVAC BMS bien integrado beneficia tanto a los instaladores como a los usuarios finales. Los clientes disfrutan de un entorno confortable y, al mismo tiempo, ahorran en las facturas de energía. A su vez, realizan menos llamadas al servicio técnico gracias a la reducción del mantenimiento.
Esto mejora la satisfacción y la transparencia de los usuarios, dándoles plena autonomía. Para el integrador, puede reducir los costes de mantenimiento y mejorar la reputación de su empresa. También puede comunicar estas ventajas a futuros clientes. Por ejemplo, con una mejor detección y análisis de fallos, estos sistemas pueden incluso aumentar el valor de una vivienda.